Blu es un simpático artista callejero que desde hace mucho tiempo se ha dedicado a pintar con excelencia las diversas calles de su natal Italia. Ahora, con el propósito de expandir sus fronteras e inquietudes artísticas a través de su propuesta caústica, pero atractiva para los ojos, ha comenzado a colorear diversas calles de Europa con su trabajo en murales
Blu comenzó su carrera artística sin un rumbo determinado, simplemente siguiendo su pasión por el dibujo, el arte en la calle, especialmente el no autorizado. Su trabajo se desarrolla en dos etapas y espacios: Se origina primero en forma de bocetos en su bloc de trabajo, una especie de diario artístico pero también el contenedor de los dibujos que sirven como esqueleto de su trabajo en una segunda fase: el mural.
El verdadero trabajo comienza delante de un edificio, con los elementos de la pared a la que se enfrenta en un esfuerzo en conseguir una continuidad entre su trabajo pictórico y la arquitectura que lo rodea. Blu se dota de las herramientas tradicionales y esenciales: brochas, rodillo, pértigas, uno o dos colores (a menudo sólo blanco y negro)… y a menudo toma prestadas técnicas del mundo de la escenografía. El lenguaje adoptado es el propio de un dibujante, con influencias de los comics o el mundo de la animación aunque asume de manera evidente algunos de los parámetros conceptuales del Graffiti.
El trabajo finalmente, es efímero en el mural, que acaba siendo borrado o sencillamente va deteriorándose, pero permanece en papel.
Blu comenzó su carrera artística sin un rumbo determinado, simplemente siguiendo su pasión por el dibujo, el arte en la calle, especialmente el no autorizado. Su trabajo se desarrolla en dos etapas y espacios: Se origina primero en forma de bocetos en su bloc de trabajo, una especie de diario artístico pero también el contenedor de los dibujos que sirven como esqueleto de su trabajo en una segunda fase: el mural.
El verdadero trabajo comienza delante de un edificio, con los elementos de la pared a la que se enfrenta en un esfuerzo en conseguir una continuidad entre su trabajo pictórico y la arquitectura que lo rodea. Blu se dota de las herramientas tradicionales y esenciales: brochas, rodillo, pértigas, uno o dos colores (a menudo sólo blanco y negro)… y a menudo toma prestadas técnicas del mundo de la escenografía. El lenguaje adoptado es el propio de un dibujante, con influencias de los comics o el mundo de la animación aunque asume de manera evidente algunos de los parámetros conceptuales del Graffiti.
El trabajo finalmente, es efímero en el mural, que acaba siendo borrado o sencillamente va deteriorándose, pero permanece en papel.
Recientemente Blu presentó un corto animado realizado en su último paso por Buenos Aires.
Muchachos y chicas: Acá no hay postproducción. Ni After effects ni Maya ni Flash ni nada.
Solamente la bestia humana de Blu, su talento y una camarita digital para grabarlo. Nada más...
Si ahora tuviera a mano un Gif de un tipito cayéndose de culo lo pongo.
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