Diciembre: último mes del 2010 con todo lo que ello implica. Lo que no se consiguió durante los once meses anteriores ya no hay manera de conseguirlo. Imposible meter un zapatazo de arco a arco en el último minuto que empate el partido. Es por eso que en esta época de baja creatividad y alto factor de protección solar uno no sueña jamas con encontrar algo que lo despierte de la resaca de las despedidas de fin de año. Por suerte los piratas ingleses, tan poco afectos a las celebraciones, me acaban de entregar sobre el cierre del balance una serie para recomendar y para colocar en el top ten de esta temporada. Me refiero a "Sherlock", enésima revisión del clásico victoriano escrito por Arthur Conan Doyle. "El doctor John Watson, ex-combatiente británico en la guerra de Afganistan, intenta lidiar con sus propios demonios y una cojera en parte psicosomática producida por la guerra. Al retirarse del servicio activo, busca un compañero de piso cuando un amigo le pone en contacto con otro ser igual de intratable que él: Sherlock Holmes. Este se dedica a asesorar a la policía en los casos en los que no tienen ni la más remota idea de qué hacer y acaba arrastrando a Watson para que le ayude como médico experto en sus investigaciones." Lo realmente interesante de esta adaptación es la puesta al día de los elementos mas comúnes de las novelas del escritor británico. Trasladar una mitología tan amplia desde las oscuras calles de un Londres de fines del siglo 19 a los luminosos alrededores de Trafalgar Square en el siglo 21 no debe ser fácil. Pero quién se encuentra detrás de esta maniobra no es un recién llegado, el encargado de llevar esto hacia adelante es Steven Moffat reconocido escritor y director que ya nos supo entregar maravillas televisivas como Coupling o Dr Who. Tanto los personajes protagonistas (interpretados con maestría por Benedict Cumberbatch y Martin Freeman), los secundarios: Mycroft Holmes, El inspector Lestrade o el misterioso Moriarty. Los miticos sitios en donde se desarrolla la trama: el 212b de Baker Street. O incluso las profesiones de los personajes se reajustan a esta versión moderna sin traicionar a la escencia del original. Otro acierto de esta serie, y que afortunadamente los americanos parecen comenzar a imitar, es la brevedad. La primer temporada cuenta solamente con tres capítulos. Si. Como lo oyen. Pero tres capítulos de 90 minutos cada uno. La medida del tiempo justa para presentarnos a los personajes, generar simpatía ( o antipatía) con ellos, hacer avanzar la trama y resolverla. Necesitamos acaso capitulos de relleno o laaargos parones que nos hagan olvidar aquello que estabamos viendo? En mi caso no. Y esa es una de las razones por las que disfruté tanto "Sherlock". La BBC ya confirmó una segunda temporada para el año que viene asi que habrá que estar atentos.
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