En tu voz, Astérix, resuena el timbre de la mía. Por mis venas, corre tu tinta, por las tuyas, corre mi sangre. Y nuestras voces unidas evocan hoy una vida, la tuya. Tu has nacido de la amistad que unía a mi padre y a Albert Uderzo. Una amistad perfecta en la que uno es lo que no es el otro. ¡Y a la inversa! Fruto de esa amistad nacieron a su vez una aldea y sus habitantes, algunas decenas de jabalíes, un Julio César y sus legiones a veces desilusionadas por una improbable resistencia. Nacieron sobre todo muchas sonrisas y otras tantas carcajadas. También nacieron algunas vocaciones. Gracias a esa amistad han muerto muchas reticencias a la lectura.
Pero tenemos una deuda en común, Astérix. Uno de tus creadores se murió una mañana de 1977. Mi padre. Tu habrías podido apagarte. Apagarte sin borrarte de la memoria de tus lectores. Pero te habrías quedado allí. Un poco como yo me habría quedado allí, paralizado en los nueve años. Sí, pero no estábamos solos. A ti te quedaba un creador y a mí me quedaba la esperanza de que él te hiciera vivir. Que continuases contra viento y marea a pesar del dolor y la pena que nos producía la desaparición de un genio. Como una palabra de niño lanzada al aire en una canción infantil, huérfana muy joven, rogué: “Si Astérix sobrevive, entonces juro que me convenceré de que la muerte es una broma pesada, pero al fin y al cabo, una broma.
Que la imaginación permite lo que la realidad prohíbe”. Y tú has vivido. Yo también. Gracias a la voluntad de este Orfeo que ha rechazado lo que el destino le había impuesto. Pero tú, Astérix, más listo que el personaje mitológico, no te has vuelto. Has mirado hacia delante. Y delante estaba la vida. Habías comprendido lo esencial, que la historia debía continuar.
Un aniversario es la promesa que uno se hace a sí mismo de que se hará honor a ese año que se presenta. Un aniversario es un juramento que se ofrece a los que uno ama para confirmarles lo que ya saben y a veces fingen ignorar: la importancia que tiene en nuestra vida. Un aniversario es, en definitiva, el balance que se impone de las cuatro estaciones transcurridas. Desde la nieve a los primeros brotes, ¿he sido digna de ti, de vosotros? Así que, Astérix, permíteme en nombre de este padre que nos ha dado forma a ambos estar segura de que gracias al talento de Albert, tú sabrás mostrarte digno de estas bodas de oro, que con este libro del que eres el centro y el camino de ronda, les dirás a tus lectores que su fidelidad está a la altura de tu constancia, y que, en fin, si hubiera
Pero tenemos una deuda en común, Astérix. Uno de tus creadores se murió una mañana de 1977. Mi padre. Tu habrías podido apagarte. Apagarte sin borrarte de la memoria de tus lectores. Pero te habrías quedado allí. Un poco como yo me habría quedado allí, paralizado en los nueve años. Sí, pero no estábamos solos. A ti te quedaba un creador y a mí me quedaba la esperanza de que él te hiciera vivir. Que continuases contra viento y marea a pesar del dolor y la pena que nos producía la desaparición de un genio. Como una palabra de niño lanzada al aire en una canción infantil, huérfana muy joven, rogué: “Si Astérix sobrevive, entonces juro que me convenceré de que la muerte es una broma pesada, pero al fin y al cabo, una broma.
Que la imaginación permite lo que la realidad prohíbe”. Y tú has vivido. Yo también. Gracias a la voluntad de este Orfeo que ha rechazado lo que el destino le había impuesto. Pero tú, Astérix, más listo que el personaje mitológico, no te has vuelto. Has mirado hacia delante. Y delante estaba la vida. Habías comprendido lo esencial, que la historia debía continuar.
Un aniversario es la promesa que uno se hace a sí mismo de que se hará honor a ese año que se presenta. Un aniversario es un juramento que se ofrece a los que uno ama para confirmarles lo que ya saben y a veces fingen ignorar: la importancia que tiene en nuestra vida. Un aniversario es, en definitiva, el balance que se impone de las cuatro estaciones transcurridas. Desde la nieve a los primeros brotes, ¿he sido digna de ti, de vosotros? Así que, Astérix, permíteme en nombre de este padre que nos ha dado forma a ambos estar segura de que gracias al talento de Albert, tú sabrás mostrarte digno de estas bodas de oro, que con este libro del que eres el centro y el camino de ronda, les dirás a tus lectores que su fidelidad está a la altura de tu constancia, y que, en fin, si hubiera
que resumir con una palabra las estaciones pasadas, yo hablaría simplemente de futuro.
ANNE GOSCINNY
ANNE GOSCINNY
Carta publicada en "El aniversario de Astérix y Obélix. El libro de oro"
Este jueves 29 de Octubre de 2009 se cumplieron 50 años de la aparición de los personajes creados por Goscinny y Uderzo en las páginas del primer número de la revista francesa "Pilote".
presentó el album número 33 de los personajes. Un libro de oro que homenajea con historias cortas la trayectoria de los guerreros mas bravos de la Galia.
Y no solo el mundo de la historieta está de festejo, sobre todo en Francia donde estos personajes nacieron se prepararon una serie de actividades especiales para conmemorar el aniversario. Desde exposiciones de originales, muestras relacionadas con la serie, productos alusivos y hasta un curioso homenaje llevado a cabo por "La patrulla de francia" un grupo de fantásticos acróbatas aéreos.
Para los que deseen darle un vistazo al libro de oro de Asterix, desde este link pueden acceder a un preview de cuatro páginas en donde podrán ver a los habitantes de la aldea gala unos años después de donde los vimos la última vez.
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